Exposición fotográfica realizada en nuestro centro INDARTUZ con motivo del 8 de marzo
Con motivo del 8 de marzo os presentamos la exposición fotográfica realizada en nuestro centro INDARTUZ. En ella podemos ver la evolución del feminismo a lo largo de los años. Hoy, el feminismo en nuestra sociedad es imprescindible y necesario. Nosotros, el educador, tenemos que hacer que nuestros colaboradores formen parte de este proceso.
Por muy poco se cuenta con los dedos de una sola mano a las mujeres que presiden un lejano y remoto siglo XVIII. La primera imagen que inicia esta exposición, aunque pequeña, fue el comienzo de muchas otras en que, con energía y fuerza, muchas se unieron a esas primeras combatientes en un movimiento necesario e imprescindible. Gracias a esa primera aparición, hoy puede y debe florecer en todo su esplendor.
Esos primeros pasos y primeras voces resuenan en el grito lleno de rabia y euforia de la joven que se alza en la multitud con un lema claro, directo y preciso. Ella es capaz de hablar con ellas y por ellas; como si fuera una explosión, levanta el cartel y en él podemos leer una sola palabra, Women, acompañada de un punto espectacular. Sí, eso es, esto viene de nosotras, nosotras estamos aquí, y aquí y ahora se nos oirá
Y desde la televisión llegar al colectivo, escuchar el grito, interiorizarlo a través de gestos de colaboración, de diferentes iniciativas y de actividades de diferentes movimientos. Para conseguir con trabajo un objetivo complejo, que no se puede quedar en el descuido.
¿Y qué pasa cuando deciden que ELLAs son suficiente y establecen que es hora de dar un paso al frente? ¿Qué ocurre cuando la indignación ahuyenta la obediencia y aparece en el cuerpo de una mujer con letra rojiza? ¿Qué pasa cuando la desesperación limita el conformismo y hace estallar de rabia a las mujeres, que lanzan dardos llenos de razón y de sentido con ironía y sabiduría? ¿Y qué ocurre cuando el dolor y la desesperación de la muchacha que lleva un letrero la empujan a la más nefasta obediencia y desesperación? Que cambian las cosas, se destruyen las malas conductas y se educa en construir un mundo nuevo.
Y ese nuevo mundo que se persigue sólo llegará a través del trabajo, la obstinación y la tenacidad, no sólo de estas de ahora, sino también de las nuevas generaciones que tendrán que tomar el relevo, y no sólo de ELLAS, porque los hombres, como parte indispensable de esta encrucijada, deben aportar, aportar y trabajar, para poder alcanzar el fin que nosotras deseamos.
Y por último, ¿qué decir? Las palabras «sobran». Si al principio veíamos la imagen de esas 6 valerosas mujeres, ahora todas ellas y muchas más, nos levantamos, luchamos y trabajamos cada día sin descanso para cambiar todo lo que queremos.