Ayer despedimos a nuestro compañero Alberto Moreno. Después de unos pocos meses en la que conocimos la gravedad de su enfermedad, Alberto nos deja un vacío difícil de llenar. Han sido muchos años juntos, desde el 2003; momentos de compartir su experiencia y su implicación profesional y su calidad humana. Los que hemos trabajado con él, de una un otra forma, hemos compartido muy buenos y algunos duros momentos. La sorpresa por su marcha prematura nos deja sin palabras y la tristeza por su falta nos deja sin consuelo. Le echaremos de menos. Hemos compartido la entereza de Ángela, su mujer, y Marta, Arantza y Mirene, sus hijas; y esperando que puedan encontrar consuelo suficiente, hoy todos lloramos su pérdida.